El neomalthusianismo como doctrina hegemónica
Por: José de Jesús Tejada Maury
Existe una crisis ambiental
resultado de la depredación desenfrenada, justificada con una falsa crisis
climática atribuida injustamente a hidrocarburos (combustibles naturales y
orgánicos).
El argumento del sacerdote británico
John R. Malthus que plantea que a medida que la población crece en progresión
geométrica, los alimentos en progresión aritmética, supuestamente con el tiempo
los recursos serían insuficientes para alimentar a la población. Hasta llegó a
plantearse la escasez de agua dulce en el planeta. Sin embargo; dadas las
condiciones actuales dentro de la realidad del contexto, todos esos argumentos
se quedan sin piso científico debido a que se trata de otra falacia más de los
hegemones occidentales alimentada por su matriz mediática y su afán de
apoderarse de los más débiles.
Ha sido el parasitismo hegemónico de
la expoliación, saqueo, latrocinio que desde hace siglos ha invadido al
planeta. Las potencias hegemónicas se han enriquecido empobreciendo a los más
débiles.
El egoísmo, la codicia y la envidia
de quienes manejan a los gobiernos títeres de las potencias occidentales ha
sumido al resto de la humanidad en un caos, imponiendo a la fuerza las ideas
más necias y en contra de la razón, reduciendo a la población con
contaminantes, falsas vacunas, difundiendo como ingeniería social la ansiedad,
la depresión, quitando la esperanza y la voluntad de vivir de muchas personas.
A través de sus medios basuras
repiten necedades en todo momento como por ejemplo que el 97,5% del agua de la
Tierra es agua salada y sólo el 2,5% es agua dulce, sin embargo; no mencionan
que la mayor reserva del agua dulce está en el mar y equivale a 1,4 trillones
de toneladas cúbicas y que gracias a su ciclo se mantiene en movimiento y
renovación.
Venden la mentira de la escasez de
alimentos y según la misma FAO (Organización de las Naciones unidas para la
Agricultura y Alimentos) es más lo que se desperdicia que lo que se consume,
con lo cual existe para alimentar a todos los seres humanos sobre el planeta,
sin embargo; prefieren botar los alimentos, quemar los cereales y destruir
cultivos de pan coger.
Pretender que la transición
energética reemplace la producción de alimentos tanto en el campo como en las
costas y mares, dejar de comer para satisfacer la demanda energética con
sistemas frágiles, contingentes e incompetentes desde el punto de vista
técnico.
Si analizamos un cultivo de fríjol
en una hectárea con tecnología produciríamos aproximadamente 2.5 toneladas, que
si calculamos 40 gramos de proteína vegetal por día alcanzaría para alimentar
31.250 personas. Eso con una sola hectárea de tierra, imaginemos si tan sólo
sembráramos un millón de hectáreas de tierra. Si hacemos los cálculos
matemáticos en un millón de hectáreas cuadradas de tierra se produciría fríjol
para alimentar con esa misma ración a 31.250.000.000(treinta y unas mil
doscientas cincuenta mil personas), lo que equivale a 4,166 veces la población
actual de habitantes sobre el planeta Tierra (7.500 .000.000) que son siete mil
quinientos millones de habitantes.
Pero tan sólo con fríjol, si cultivamos
maíz en una hectárea cuadrada tendríamos
de producción 11,5 toneladas, que llevadas a kilogramos son 23.000 para un
total de 46.000 libras de 500 gramos nos
dará un total de 23.000.000 (veintitrés millones de gramos) que si le damos 40
gramos por ración a cada persona nos alcanza para alimentar a 575.000 personas,
ahora si cultivamos un millón de hectáreas(1.000.000) nos alcanzaría para
alimentar a 575.000.000.000(quinientos setenta y cinco mil millones de
personas), lo cual equivale a un 76,6 veces el número de habitantes actuales
del planeta. Lo mismo podemos hacer con otros granos y la gran variedad de
alimentos, eso sólo tomando como modelo un millón de hectáreas cuadradas de
tierra.
Para el caso de la población mundial
elaboramos un modelo hipotético mediante el cual consideramos inicialmente que
en un metro cuadrado colocamos nueve personas no tan apretujadas, si efectuamos
los cálculos para 90 personas, cabrían éstas en cien metros cuadrados, en mil
metros cuadrados cabrían nueve mil y así sucesivamente hasta llegar a mil
millones de metros cuadrados para albergar a un total de nueve mil millones de
personas que es casi la población actual, pero para mejor entendimiento esos
mil millones de metros cuadrados los llevamos a kilómetros cuadrados los cuales
equivalen en la conversión exactamente a un millón de kilómetros cuadrados.
Tomaríamos como modelo ubicar a
todos los habitantes del planeta en un solo país, para este caso tomemos Brasil
de sus 8.510 millones de kilómetros cuadrados, allí como laboratorio colocamos
hasta nueve mil millones de habitantes en un kilómetro cuadrado, quedando
apenas en ese territorio 7.510 millones de kilómetros, nos quedaría el planeta
Tierra totalmente deshabitado y en Brasil esos 7.510 millones de hectáreas
sobradas para la sobreproducción de alimentos de gran variedad.
La hambruna como estrategia neocolonialista a posteridad(neomalthusianismo).
Sin lugar a dudas en la actualidad,
la estrategia Maltusiana neocolonial aparece en forma diplomática administrativa
bajo la pincelada de genocidio alimentario bajo tratados de libre comercio y el
monopolio de semillas alteradas organolépticamente para quitar nutrientes y que
para volver a cultivar tengan que comprárselas al proveedor monopolista.
Lo que claramente nos despeja toda
duda y zozobra con respecto a la supervivencia en el planeta Tierra, podremos
afirmar que el sacerdote británico John R. Malthus por no ser visionario
cometió el absurdo más inconcebible al lanzar sus planteamientos, los cuales
hoy podemos rectificar y corregirlos alegando que mientras la población crece
en progresión aritmética los medios de subsistencia crecen en progresión exponencial
.Por consiguiente; la población es insuficiente para consumir la cantidad
excesiva de la producción de alimentos.
Muy estratégicamente los que se
creen amos del mundo plantean sus “soluciones” a esta falacia para tener el
control en sus manos atribuir el hambre y miseria a el exceso de población,
pero simultáneamente se van apropiando de las tierras y los recursos naturales
a la vista de todos con la complicidad de gobierno apátridas y serviles que han
regalado la soberanía de sus pueblos incluyendo la alimentaria como caso
palpable tenemos a Colombia. Es en este punto en donde podemos palpar la
necesidad de una verdadera reforma agraria y es lo que muchos “incautos” no
alcanzan a comprender. Se aprecia claramente cómo una institución como la Corte
Constitucional impide las compras de tierra para que no sólo la población
colombiana satisfaga su necesidad vital de alimentarse, sino que perjudica a
otros países que se verían beneficiados por la exportación de dichos productos
lo que a su vez acentúa más la desocupación de personas en edad productiva ya
que el sector primario catapulta la agroindustria , lamentable que estos suceda
porque personas al servicio de la maldad como la Corte Constitucional de
Colombia insistan en servir a los intereses foráneos en medidas inhumanas (crear hambruna) para seguir reduciendo la
población y empobrecernos más. Colombia cuenta con 39,2 millones de hectáreas
fértiles para la producción de alimentos, para generar empleo digno, fomentar
la agroindustria e industrializar al país y alcanzar el desarrollo
incrementando la calidad de vida de los colombianos, el crecimiento del PIB y
el ingreso pércapita anual y lo más importante, ser proveedor mundial de
alimentos todo el año para la comunidad mundial con la rica variedad de
cultivos y de climas en diversas regiones.
Ante el fracaso del Malthusianismo
han apelado al genocidio militar como el caso de Palestina y el genocidio
diplomático a través de los renglones claves como los alimentos y la salud para
frenar las economías con eufemismos como desinversión, crisis climática cuando
lo que existe es una depredación sin control debido a la codicia capitalista,
frenar la depredación significa acabar la crisis ambiental y no desinformar con
falacias. Igual suceso histórico en el golpe de estado en Guatemala al
presidente Jacobo Árbens en el año 1954 por plantear una reforma agraria que se
oponía a los intereses de la oligarquía nacional y a los de Washington. (United
Fruit Company).
En cuanto al crecimiento poblacional
eso no debe preocuparnos la máxima población que puede albergar el planeta en
cien años no superará los 10.400.000.000(diez mil millones cuatrocientos mil
habitantes), ya que según estadísticas que no incluyen genocidios, sino otros
parámetros. A diario nacen 84 millones y mueren 55,4 millones, lo que nos
incrementaría teóricamente en 2.900 millones de habitantes, pero la estadística
no tiene en cuenta el factor de deterioro humano, que las generaciones se van
renovando y muy posiblemente esta cifra se mantendrá constante en un siglo,
porque al parecer para los amos del mundo incluyen la perpetuidad física de los
humanos, hay que tasar las renovaciones generacionales. Un nacido hoy en este
momento (cien millones) no van a seguir viviendo físicamente dentro de cien
años y los que estamos ahora no vamos a durar más de treinta años (mayores de
60).
El malthusianismo propende la
destrucción de la vida, de los pueblos, de sus culturas, de sus recursos para
que otros países no tengan competitividad ni mano de obra para su aparato
productivo y esto les sirva como parasitismo hegemónico a los invasores colonizadores
, desplazamientos de los campos hacia las ciudades y emigraciones masivas de
sus ciudadanos para no encontrar resistencia y apoderarse de todo a través de
la violencia, desolación y muerte con el sofisma de “democracia y libertad”. Lo
que sucede actualmente en nuestra hermana República Bolivariana de Venezuela es
la aplicación de la doctrina neomalthusiana. Ojalá todos sin excepción alcancen
a comprender lo que realmente les está sucediendo.
Por consiguiente, que la vida cumpla
su propósito y el eje del mal (potencias occidentales: viejo orden mundial)
deje avanzar y progresar a la humanidad. Que se llevan sus mentiras, fraudes,
trampas, engaños, prepotencia y falsa superioridad a otra galaxia porque todos
por igual vamos al mismo destino y el sol brilla para todos.
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